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miércoles, 26 de diciembre de 2012

¡Adiós a un amigo!


Día de Navidad, 25 de Diciembre 2012

Me siento rota, acabo de llegar del cementerio de San Pedro, en un día de Navidad tan soleado y tan precioso como hemos tenido, con un mediodía de sol que invitaba a la vida y al gozo de un día nuevo, y sin embargo, ni siquiera el azul del cielo logró borrar las negras nubes de dolor que se cernían sobre el pueblo. Nos ha dejado una gran persona, alguien que supo luchar hasta el final dando siempre su lado más bueno no sólo a su ahora desolada familia, sino al mundo entero, mi querido amigo Antonio Parra Mata.  
Hace cuatro días escuchaba a Dorian, la canción A cualquier otra parte”, del álbum “El futuro no es de nadie”, en Spotify, donde compartía su música con su inmenso grupo de amigos de su red social  en Facebook.
Desde allí nos comunicaba todas sus actividades, incluyendo el día que comenzó su lucha contra esta puta enfermedad que ya nos ha tocado a muchos, recuerdo que fue este pasado mes de junio, un año justo desde cuando yo misma había pasado por ese amargo trance que es vivir una quimioterapia. Cada mejoría la anunciaba, y todos nos preocupábamos cuando dejaba de poner cosas en su muro, pero nada, a los pocos días nos animaba una vez más con alguna buena noticia. Los que tuvimos la ocasión de compartir con él algunos de su últimos momentos en su querido Pub Lennon, junto a su valerosa mujer, Ana, luciendo con orgullo su pelo corto, en solidaridad con su lucha, y su gran amigo, mejor, hermano, Salva, recordaremos su contagiosa alegría y su eterna sonrisa en su cara, nunca desfalleció, animado y animando hasta el final, ni siquiera renunció a los paseos por las calles de su querido pueblo, saludando contento y feliz a todos los amigos con los que se cruzaba en cuanto podía.
Nunca olvidaré su entusiasmo cuando me enseñó que llevaba colgado al cuello el Buda que le había hecho llegar a través de su hija, incluso colgó una foto en su muro del día que lo hizo, ni la última cerveza que me tomé con él y Salva en el bar debajo del Lennon hace apenas doce días. Me encantó verlo, me hizo sentir vital, como siempre, era un ejemplo a seguir, de fuerza y de voluntad. Tampoco olvidaré su felicidad cuando hizo su viaje a Sudáfrica, para el mundial de fútbol, ni cuando comunicó su boda, ni los momentos gloriosos cuando lo veías mirando un partido de fútbol, allí, en el Lennon, rodeado de todos lo suyos. Compartiendo las fotos  del cumpleaños de su amigo Salva no hace muchos días, todos sus momentos felices y los no tantos compartidos desde el alma y el ánimo de alguien que amaba profundamente la vida como él.
Hoy, 26 de diciembre de 2012, ha sido su entierro, en una iglesia abarrotada de gente, llena de lágrimas y rota por el dolor de los corazones de todos los que le queríamos. Iglesia que he tenido que abandonar para poder respirar y absorber los alegres rayos de sol que un día más nos han regalado, y que parecían querer abrazar el espíritu del gran amigo que nos dejaba, dándole un abrazo de consuelo para transportarlo a ese otro mundo que de buen seguro será más acogedor, donde su alma volverá a renacer libre del dolor de la enfermedad, y desde donde, estoy segura, seguirá iluminando no sólo la barra del Lennon, sino los corazones de todos sus seres queridos y amigos que tuvimos la inmensa suerte de encontrarnos con él en esta vida, hasta el día en que volvamos a encontrarnos con él en otro plano.
Por eso, hoy quiero recordarlo, aún con los ojos nublados por las lágrimas, lanzando sus risotadas, regalando sus eternas sonrisas, planeando viajes, abrazando a sus niñas, admirando y amando a su mujer cada día, ayudando siempre a todo el que podía, apoyando siempre a su fiel amigo y hermano Salva, luchando por su negocio codo con codo, hasta el final.
No dejaré que la negrura de la tristeza nuble tu recuerdo, siempre seguirás vivo Antonio Parra Mata, y la luz de tu bondadoso espíritu continuará no sólo iluminándonos desde el más allá, sino dándole fuerza a tu mujer, a tus hijas, a tus amigos, y a toda tu familia,  para poder seguir en esta vida añorando por siempre tu ausencia.
Un abrazo querido amigo, y que La luz del Divino te acompañe, me despido con un hasta siempre, y desde hoy te imaginaré arropado entre las olas en un bello atardecer de cualquiera de tus amadas playas.




3 comentarios:

  1. un beso mi lola la vida es en camino a veces estrecho a veces muy amplio un besoooooooooooooooooo

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  2. Me he quedao sin palabras Lola.
    Todo lo que se diga de él, es poco.
    Hasta siempre Antonio.
    Y ánimo Lola. Felíz año nuevo

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  3. Me he quedao sin palabras Lola.
    Todo lo que se diga de él, es poco.
    Hasta siempre Antonio.
    Y ánimo Lola. Felíz año nuevo

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