Seguidores

lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Adiós 2012 y Bienvenido 2013!

Por fin llegó el 31 de diciembre! Nunca en mi vida he estado tan deseosa de ver acabar un año. Un año que nos ha traído un sinfín de historias malas, por todo el ancho y vasto mundo, pero al que tenemos que mirar como un año más de enriquecimiento espiritual para todos nosotros. Tenemos que pensar en lo bueno que nos ha dejado también, que de seguro algo habrá, sino para nosotros en concreto, al menos para alguien a quien queramos o estimemos.
Son muchas las cosas que se podrían decir de este año que nos deja, pero las horas apremian, y las palabras solo servirán para traer a la memoria quizás algunos recuerdos que hayamos enterrado ya en lo más profundo de nuestras mentes, por eso quiero pensar solamente en este nuevo año que comenzará en unas horas, que como alguien dijo, nos traerá de nuevo 365 oportunidades de ser felices, o al menos de intentarlo, recordando siempre que ser feliz es cuestión de actitud, no tanto como disfrutar de posesiones materiales, que al fin y al cabo, serán siempre sólo eso, cosas que se compran, se usan, y se dejan, sin más importancia, lo otro, es lo que perdurará siempre. 
Un abrazo a un amigo, las palabras musitadas al oído de las personas amadas, las risas compartidas de los niños, los paseos bajo la luna, los chapoteos entre las olas en el verano, las visitas inesperadas de viejos amigos, los besos robados de la adolescencia, el milagro del nacimiento de nuestros hijos, las flores que nos saludan en el campo cada primavera, la nieve de las montañas en el invierno, las hojas amarillentas que alfombran los parques en otoño, y todo un mundo de sensaciones que a veces tendemos a olvidar, eso es lo que verdaderamente importa.
Así que bajo el espeso manto del olvido guardaré todas las malas experiencias y vivencias de este año, que quedarán por siempre relegadas a su verdadero lugar, que no es otro que el pasado, y alzaré mi copa este año,  justo a las doce de la noche, y brindaré con, y por todo el mundo, para que en este nuevo año que comienza, la luz de la claridad del nuevo ciclo, vuelva a llenar de esperanza e ilusión toda nuestra vida, y que nuestra lucha sea al final recompensada. 
Que este año sea el final de la crisis, de las guerras, del desamor, de los olvidos, de los odios, y sobre todo de la desesperanza, y ¡ojalá que todos podamos seguir pisoteando las tristezas con nuestros zapatos de tacón!
Un brindis de Amor y Esperanza para el mundo entero!
Om Mani PAdme Hum!


sábado, 29 de diciembre de 2012

Mil disculpas querido mundo feisbuquero!


Mis disculpas al mundo

Hoy volvió a amanecer, un día más, para todos los que seguimos en este plano, pero hoy ya es diferente, mi ánimo parece que quiere volver a resurgir, y es nada más y nada menos que gracias a todos mis queridos amigos de esta inmensa red social como es Facebook.
Ayer me sentía muy mal, y no podía dejar de escribir lo que puse en mi muro, pero como por arte de magia, desde todos los rincones desde donde mis muchos amigos me siguen, me llegaron mensajes y llamadas de ánimo, y de apoyo, de que no estoy sola, que siempre tendré un hombro donde apoyar mi cansada cabeza algunas veces.
Por eso, hoy quiero compartir de nuevo mi alegría, y decirles que intentaré no flaquear otra vez, me lo debo no sólo a mí misma, sino a todos los que ya no están y a los que siguen impertérritos en su lucha lo mismo  que yo, pues al fin y al cabo, de eso se trata la vida, de lucharla, claro que como no nos dejaron el libro de instrucciones, algunas veces metemos la gamba. Así que desde aquí quiero disculparme por todos los amigos que estaban preocupados, y por los que no, también, y en este día tan estupendo que nos vuelve a regalar este bellísimo rincón de la Costa del Sol, vuelvo a ponerme los tacones de pisotear la tristeza, y me marcho para Marbella, a llevar a mi niña a patinar sobre hielo con sus amigas, mientras que yo, disfrutaré de un largo y bonito paseo por el fabuloso paseo marítimo, acompañada de mi marido, que como es de suponer, también andaba muy preocupado por mi actitud de estos últimos días.
Adiós tristeza, bienvenida alegría! Y dar las gracias especialmente a mis amigos, Pedro y Pepa, a Kike, a Odalys, Olga, Maria, Alba, Ines, Mariajosé, y un largo etcétera de nombres, que este nuevo año que comienza nos colme a todos de bendiciones, salud, trabajo, paz, y sobre todo, MUCHO AMOR!!!!
Feliz Año Nuevo 2013!
Recordad, los tacones y… ¡pa la calle a pisotear tristezas!
Om Mani Padme Hum!

miércoles, 26 de diciembre de 2012

¡Adiós a un amigo!


Día de Navidad, 25 de Diciembre 2012

Me siento rota, acabo de llegar del cementerio de San Pedro, en un día de Navidad tan soleado y tan precioso como hemos tenido, con un mediodía de sol que invitaba a la vida y al gozo de un día nuevo, y sin embargo, ni siquiera el azul del cielo logró borrar las negras nubes de dolor que se cernían sobre el pueblo. Nos ha dejado una gran persona, alguien que supo luchar hasta el final dando siempre su lado más bueno no sólo a su ahora desolada familia, sino al mundo entero, mi querido amigo Antonio Parra Mata.  
Hace cuatro días escuchaba a Dorian, la canción A cualquier otra parte”, del álbum “El futuro no es de nadie”, en Spotify, donde compartía su música con su inmenso grupo de amigos de su red social  en Facebook.
Desde allí nos comunicaba todas sus actividades, incluyendo el día que comenzó su lucha contra esta puta enfermedad que ya nos ha tocado a muchos, recuerdo que fue este pasado mes de junio, un año justo desde cuando yo misma había pasado por ese amargo trance que es vivir una quimioterapia. Cada mejoría la anunciaba, y todos nos preocupábamos cuando dejaba de poner cosas en su muro, pero nada, a los pocos días nos animaba una vez más con alguna buena noticia. Los que tuvimos la ocasión de compartir con él algunos de su últimos momentos en su querido Pub Lennon, junto a su valerosa mujer, Ana, luciendo con orgullo su pelo corto, en solidaridad con su lucha, y su gran amigo, mejor, hermano, Salva, recordaremos su contagiosa alegría y su eterna sonrisa en su cara, nunca desfalleció, animado y animando hasta el final, ni siquiera renunció a los paseos por las calles de su querido pueblo, saludando contento y feliz a todos los amigos con los que se cruzaba en cuanto podía.
Nunca olvidaré su entusiasmo cuando me enseñó que llevaba colgado al cuello el Buda que le había hecho llegar a través de su hija, incluso colgó una foto en su muro del día que lo hizo, ni la última cerveza que me tomé con él y Salva en el bar debajo del Lennon hace apenas doce días. Me encantó verlo, me hizo sentir vital, como siempre, era un ejemplo a seguir, de fuerza y de voluntad. Tampoco olvidaré su felicidad cuando hizo su viaje a Sudáfrica, para el mundial de fútbol, ni cuando comunicó su boda, ni los momentos gloriosos cuando lo veías mirando un partido de fútbol, allí, en el Lennon, rodeado de todos lo suyos. Compartiendo las fotos  del cumpleaños de su amigo Salva no hace muchos días, todos sus momentos felices y los no tantos compartidos desde el alma y el ánimo de alguien que amaba profundamente la vida como él.
Hoy, 26 de diciembre de 2012, ha sido su entierro, en una iglesia abarrotada de gente, llena de lágrimas y rota por el dolor de los corazones de todos los que le queríamos. Iglesia que he tenido que abandonar para poder respirar y absorber los alegres rayos de sol que un día más nos han regalado, y que parecían querer abrazar el espíritu del gran amigo que nos dejaba, dándole un abrazo de consuelo para transportarlo a ese otro mundo que de buen seguro será más acogedor, donde su alma volverá a renacer libre del dolor de la enfermedad, y desde donde, estoy segura, seguirá iluminando no sólo la barra del Lennon, sino los corazones de todos sus seres queridos y amigos que tuvimos la inmensa suerte de encontrarnos con él en esta vida, hasta el día en que volvamos a encontrarnos con él en otro plano.
Por eso, hoy quiero recordarlo, aún con los ojos nublados por las lágrimas, lanzando sus risotadas, regalando sus eternas sonrisas, planeando viajes, abrazando a sus niñas, admirando y amando a su mujer cada día, ayudando siempre a todo el que podía, apoyando siempre a su fiel amigo y hermano Salva, luchando por su negocio codo con codo, hasta el final.
No dejaré que la negrura de la tristeza nuble tu recuerdo, siempre seguirás vivo Antonio Parra Mata, y la luz de tu bondadoso espíritu continuará no sólo iluminándonos desde el más allá, sino dándole fuerza a tu mujer, a tus hijas, a tus amigos, y a toda tu familia,  para poder seguir en esta vida añorando por siempre tu ausencia.
Un abrazo querido amigo, y que La luz del Divino te acompañe, me despido con un hasta siempre, y desde hoy te imaginaré arropado entre las olas en un bello atardecer de cualquiera de tus amadas playas.




jueves, 20 de diciembre de 2012

El regreso


El rincón donde nací, Barbate. Obra propia
- ¡No me creo que llames desde El Bonillo!...

Esas fueron tus primeras palabras, como si no me conocieras. Pero al fin y al cabo eso era lo que se esperaba de mí. Todo había sido muy extraño, tenía una familia totalmente normal y una vida realmente anodina, y de repente, hace un año, a la muerte de los que creía mis padres, descubro que no sé quien soy.

Esa familia no era la mía, fui adoptada nada más nacer, y nunca tuve ningún hermano. El desconocimiento total de la noticia hasta ahora, que ya había rebasado cinco décadas de una vida, un marido, cinco hijos y tres nietos, me impactó, pero aún más increíble era el hecho de que mi verdadera madre, la biológica, la que nunca conocí ni veré jamás, también fue recogida en adopción.

Supe de ella que era manchega, de la provincia de Albacete, donde estaba enterrada, con el mismo nombre de María, y los apellidos de los que la adoptaron, que le habían prestado su vida. Sus padres, o sea mis verdaderos abuelos, no constaban en los registros de su partida de nacimiento, tan sólo la madre, cuyo nombre, incidentalmente también era María. 
Había sido  relativamente fácil dar con el lugar y el principio de todo, y ya en el pueblo supe de la increíble historia. No era tan solo mi madre la que había sido adoptada, sino también mi abuela, que asimismo fue concebida de madre soltera, y de la que no constaban datos de más familia tampoco.

Así, mi dinastía de antepasados hasta donde podía imaginar, estaba formada por una lista de cuatro generaciones de mujeres llamadas María, todas ellas sin más hijos y sin marido, sin hermanos, ni más familiares, donde coincidían conmigo misma, nacidas en un pequeño pueblo como este, con un nombre que evoca secretos y misterios desde el nacer de los tiempos, Sotuélamos, el pueblo fantasma.

Hoy he paseado por sus vacías calles, y he imaginado entre sus ruinas la algarabía de la vida que un día habitó entre los abandonados hogares de paredes rotas. He querido adivinar de entre cual de aquellos muros nació la primera mujer que era un eslabón de mi cadena. Me hubiera gustado decirle que al fin, aquella pequeña semilla que alumbró un día, había conseguido una familia, y que nunca más aquella semilla seguiría sola.

- ¡Sí, María, te llamo desde el Bonillo! avisa a tus hermanos, papá está aquí conmigo, os esperamos para este fin de semana, iremos a visitar el cementerio.


@Copyright Lola Orcha Soler
2010

martes, 18 de diciembre de 2012

Agradeciendo al Mundo


Hoy amaneció soleado y calentito, la temperatura es de lo más agradable, y el cielo amaneció tan despejado de nubes como mi corazón de preocupaciones.
Comencé mi día con este precioso vídeo de gratitud, para abrir las raíces de mis Chakras, ya que con la preocupación de los últimos días me sentía bastante encogida, no podía respirar por dentro, aunque me entraba aire no parecía llegar a ningún sitio. 
Ya sabéis que insisto mucho en lo de respirar apropiadamente, que es una cosa que tendemos a olvidar por muchos motivos, y más en estos días, donde muchos viven angustiados pensando de que manera van a celebrar la Navidad, y otros angustiados por todo lo contrario, porque no saben que comprar para celebrarla. ¡Irónica esta vida nuestra!

Por eso, lo mejor es tratar de desconectar algunos momentos al día, aunque sean unos simple cinco minutos, y escuchar nuestro sonido interior mientras que realizamos profundas respiraciones que oxigenen bien nuestros cerebros y rieguen bien el corazón, no tenemos ni tan siquiera que buscar ningún lugar especial, simplemente cerrando los ojos cinco minutos sin que nadie te interrumpa, y concentrarte interiormente con tus Chakras del estómago y de la garganta, mientras que aspiras el aire reparador que te traerá armonía a todos tus sentidos.

Por eso he querido compartir este pequeño vídeo de cinco minutos, para que les ayude a poder seguir con la lucha del día a día, en el que todos pretendemos vivirlo feliz y en armonía, pero que muchas veces se ve interrumpido por muchas cosas ajenas a nuestra voluntad.
No dejéis de leer todas y cada una de las palabras escritas, mientras escucháis la música y miráis las imágenes, transportaros al significado de cada una de las palabras escritas, porque este es mi mensaje de gratitud para todos y cada uno de los que me habéis escrito o llamado, y también para todos aquellos que aún pensando en mí no lo hicieron, por orgullo o por rencor, no lo sé, pero a ellos también mi eterna gratitud, sin ellos no sabría apreciar el verdadero valor de lo que es sentirse querida por tanta gente.
Ahora, no son sólo seis meses más hasta la próxima visita, ahora sé que es toda una vida la que se despliega ante mí, porque como dice mi doctor, nadie sabe nunca cuando le llegará la hora, ni el más sano de los mortales, así que a vivir y a agradecer a la vida para siempre todo que a diario me da, bueno y malo, de todo sacaré partido, y aquí les dejo, con este pequeño tributo de agradecimiento  y de lealtad, y déjenme decirles que este año celebraré mi particular navidad, arropada con el cariño y el amor de todos aquellos que me regalan por siempre su amistad.
Un abrazo Mundo, Mepocamusic, Mujeres Llenas de Vida a partir de los 45, Barbate La Octava Maravilla, La Galería Café Bar, en Barbate, El Candil, de San Pedro Alcántara, Doris Aguilar, y tantos otros que necesitaría una nueva página para meterlos a todos, ¡Gracias por estar siempre ahí! 
¡Y no se olviden, zapatos de tacones y a la calle a pisotear las tristezas!
Om Mani Padme Hum!

domingo, 16 de diciembre de 2012

Domingo de incertidumbres



Domingo, 16 de diciembre, podría ser cualquier otra fecha, pero no, hoy hace 10 años que el cementerio de mi pueblo recogió el cuerpo de mi madre, en un nicho donde ya llevaba el cuerpo de mi progenitor diez años de enterrado, y digo que recogió el cuerpo, porque estoy segura de que su espíritu voló hacia otras lejanas tierras en el momento en el que abandonó su envoltura material, y eso me hace feliz pensarlo, aunque sé que a pesar de todo ella hubiese estado contenta de saber que el cuerpo del que fue su marido estaría bajo sus pies toda la eternidad, ¡irónico momento!.
No dejaría de ser otro 16 de diciembre más, de los diez que han pasado, sino fuese porque mañana, día diecisiete, por fin voy a ver a mi oncólogo, la segunda visita de revisión, y aunque, la verdad sea dicha, siento que voy a estar bien, no puedo dejar de tener un viso de preocupación, que no ha conseguido disminuir mi entusiasmo en este último fin de semana, donde me siento  y sé que estoy completamente sana como una pera, ni siquiera las terribles noticias acaecidas en estos últimos días en el mundo han conseguido bajarme el ánimo, aún sintiéndome extrañamente egoísta por ello.
Realmente el tiempo se ha comportado, mucho frío, muchas nubes amenazadoras, pero no ha derramado ni una gota de la lluvia que parecía que iba a descargar con toda su fuerza, dándonos la oportunidad, a mí y a mi pequeña familia, y a algunos otros valientes que nos encontramos ayer, de disfrutar de un bonito paseo, mecidos por el inconmensurable rugido de las olas del mar al chocar contra la ahora desierta y vapuleada playa que tanto disfrutamos durante el verano.
Millones de piedras grises, blancas, negras, pequeñas, grandes, atrapadas muchas de ellas entre la debris arrojada por el mar en los pocos temporales que llevamos en este otoño, porque todavía no ha comenzado el invierno; troncos retorcidos y secos, algunos palos medio quemados, restos de hogueras apresuradas, de buen seguro hechas por los pocos pescadores que se podían ver regados a todo lo largo de la enorme playa. Mientras, las gaviotas continuaban jugando con las ahora grises y espumosas olas, o paseaban sorprendidas por la escarpada orilla, regada de toda suerte de objetos inexistentes en el verano.

Mi perra, Carlota, a pesar del frío, corría de un lado a otro intentando atrapar olas con la boca, como en el verano, pero al estar más cerca de la arena que del agua, y algo más torpe que entonces, no fueron pocas las veces que terminó con el hocico lleno de arena. Disfrutaba del largo paseo encantada, corriendo hacia un atardecer que se divisaba hacia la parte de Estepona en todo su esplendor. Destellos cegadores de sol con jirones de colores malvas y rojos, que se escapaban por debajo de las oscuras nubes grises que seguían amenazantes, pero que apenas dejaron escapar algunas tímidas gotas que ni siquiera mojaban la cara.
Al regreso, y casi en la misma playa, entramos a visitar a nuestros amigos que tienen el privilegio de vivir muy cerca del mar, después de un reconfortante té, volvimos a dejar a Carlota en la casa, y luego fuimos a recoger a nuestra niña, que llevaba toda la tarde en casa de su amiga, haciendo un trabajo con otras compañeras. En la casa de estos amigos, Mercedes y Enrique, me comí un trozo de bizcocho como hace mucho tiempo que no me comía, (sin que estuviese hecho por mí me refiero), aparte de probar mis dos primeros polvorones de navidad, que el año pasado no pude comer porque me era imposible tragármelos, recién terminada la “sufrina”, como llamaba yo a la quimioterapia, así que este año pienso saborearlos como nunca.
Al regreso, y después de un par de horas de espera, hemos disfrutado de una cena totalmente exótica, arroz basmati con langostinos a la salsa de curry, con una ensalada de cilantro y tomates picados, preparada obviamente por mi estupendo chef particular, que no es otro que mi querido marido, que se había afanado en la cocina mientras yo me sumergía en uno de los capítulos de mi próxima novela, y que regamos con una copa de un rioja normalito, pero riquísimo, del que hemos disfrutado los dos.
Ha sido mi deseo, un sábado como si estuviésemos cenando fuera, con un sentimiento placentero y de plenitud, lo que me ha deparado de una buena noche de descanso, hasta esta mañana, en el que el día me ha vuelto a saludar de nuevo con un sol más brillante que el de ayer, que nos ha llevado hasta el cercano pueblo de Estepona, donde hemos caminado por sus empinadas y empedradas calles, hasta encontrar la plaza del reloj, donde estaba el mercadillo solidario de las Ampas, y en la que no estaba la que íbamos buscando, que no era otra que la del instituto donde estudia mi hija, aunque sí pudimos compartir una agradable charla con el director, que sí se encontraba.  Realmente no nos importó al final, pues a la vuelta, y justo en la esquina de donde estábamos, nos topamos con el Belén Municipal, que era absolutamente asombroso. Ocupando el patio interior de la delegación de participación ciudadana, en un despliegue de imaginación y horas de trabajo, han montado toda la historia del nacimiento, y se ve desde Belén, hasta Jerusalén, Nazaret, los romanos, pastores, carpinteros, hombres vareando olivos, mujeres lavando la colada en ríos y cascadas, que llevan agua tan real como si fuese el mismísimo lugar donde Cristo vino a nacer. Reyes magos, ángeles,  mulas y bueyes, cerdos, pollos, hasta pavos, que realmente no deberían de estar, ya que los descubrió Colón cuando fue a buscar su India particular y se topó con América en vez, este detalle que quizás en otra época de mi vida ni siquiera habría notado, hoy me ha llenado de orgullo explicárselo a mi hija, y me he sentido muy, pero que muy feliz.
He seguido disfrutando del domingo ya en la casa, donde disfruté también del atardecer desde la terraza de arriba, luego, escribiendo mientras escuchaba música en mi cadena de radio favorita, mepocamusic-online, y saludando de vez en cuando, en cortos chateos, a mis queridos amigos feisbuqueros, que siempre se preocupan y me preguntan por mis proyectos y resultados, y ahora, al filo ya de la media noche, creo que ya es hora de recoger velas y retirarme a meditar antes de dormir, a poner en orden todas las emociones de estos últimos días, y sobre todo, a llenarme de energía renovadora, que hará que mañana por la tarde, cuando me siente frente a mi doctor, esté totalmente relajada y segura de que todo está como tiene que estar, y que nunca más voy a volver a sufrir lo mismo otra vez.
Con ese convencimiento y este precioso mantra de sanación te dejo Mundo, aunque no se te olvide que también estaré siempre preparada para cualquier circunstancia, recuerda que todo es una cuestión de actitud, y que yo me pongo los tacones y ¡salgo a pisotear la tristeza!
Buenas noches querido planeta mío!
Tayata Om Muni Muni Maha Munaye Soha!
 Elevation!

sábado, 15 de diciembre de 2012

El festival

Mujeres en Indonesia, Óleo sobre lienzo 60X80
  Obra propia

-¡No me creo que llames desde el pueblo!  
Esas fueron tus primeras palabras, como si no hubiesen pasado catorce años. Claro que tú sabías que iba a volver, a pesar de los años y de la distancia, porque del olvido de aquellos años había quedado constancia y el recuerdo de los sentidos permanecía allí. A mediados de los noventa aún seguía creyendo en utopías, y el mundo cercano de un festival de rock fue lo más cercano a ellas que pude tener. 

Supe de ti que habías nacido allí, que tu nombre era Rosaura, y que olías a uvas y a mosto fresco.
No nos separamos en la semana del festival. Y nos despedimos sin promesas, casi con un hasta nunca, después de haberte escrito mi nombre y dirección en una servilleta de papel. Nunca más regresé al festival, y mucho menos  al pueblo. Tuve el accidente durante mi regreso, y tuve que aprender a vivir sin piernas. No me acuerdo si te recordé en estos años, probablemente sí, pero como en una nebulosa de lo que había sido mi vida anterior. 
Así, hasta que recibí tu carta, con la foto. Esa foto de un chaval alto, con el cabello del color del trigo tostado de estos campos, y ojos como la hoja de los viñedos que lo rodean.  
Tiene unos catorce años, y mira de frente, con la misma mirada que un día tuve a su edad,  y él es la razón de que te llame desde tu pueblo.

@ Copyright Lola Orcha Soler
I Concurso Microrrelatos El Bulle 2011

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Recordando a Canelo, el perro de Cádiz


Hace tres días se cumplieron 10 años del fallecimiento de Canelo, el perro que espero durante doce años en la puerta de un hospital de Cádiz a su dueño fallecido; dejó este mundo bajo las ruedas impías de un conductor que ni siquiera paró a socorrerlo.
Los periódicos escribieron sobre él: “la vida de Canelo se escurrió por la estela dibujada con su lealtad, pero nos dejó lo único que nos podía dejar; un inolvidable mensaje de amor”.
El paso del tiempo no ha borrado su huella, grabada en una placa, obra de la escultora Presentación Navarro, en la pared de la calle adyacente al hospital Puerta del Mar, más conocido como “la residencia”, para la mayoría de los gaditanos, en cuya puerta de entrada estaban los cartones que componían su refugio, en el que se le ve en inconfundible postura de echado, obviamente a la espera de su amo. Su infortunio permanece unido a la memoria de aquellos que lo amaron, quienes al pie de la placa estamparon esta leyenda:
"A Canelo, que durante 12 años esperó a las puertas del hospital a su amo fallecido. El pueblo de Cádiz como homenaje a su fidelidad. -Mayo de 2003".

Corrían los años 90 cuando arrancó la historia de Canelo, nombre que le dieron el personal del hospital que lo atendía a diario, durante su larga espera, y que no era otro que el color de su pelaje, un color canela que paseó por todos los rincones y calles de su Cádiz, el lugar donde nació, acompañado siempre de su dueño, un mendigo vagabundo y conocido del pueblo. Unas veces jugando con su propia sombra, y otras meditativo y silencioso, contemplando los bellos atardeceres desde el paseo marítimo de la renombrada ciudad fenicia. Siempre arropado por la segura sombra del pobre hombre, quien seguramente encontraba en el animal un alivio para esa horrenda soledad que debe de ser el verse perdido y abandonado por la vida en las inhóspitas calles en los largos meses de invierno de cualquier ciudad del mundo, por muy bella que esta sea en verano.
Era Canelo, quien cada semana, le acompañaba hasta la puerta misma del hospital, donde tenía que someterse a una diálisis que le limpiara el veneno de sus riñones, que le otorgaban una salud quebrada y con pocas miras de mejorarse, allí le decía -¡espérame aquí compañero!, y allí permanecía el animal hasta su salida, su mirada siempre atenta a todos los que entraban y salían por aquellas enormes puertas acristaladas, hasta que la visión de su amo, renovada su sangre y su energía para otra semana, le traía los pocos momentos de alegría que de seguro compartían juntos.
Pero un día su dueño no apareció, y Canelo se quedó allí, sin saber que ocurría en las entrañas de la enorme mole del hospital que parecía habérselo tragado. La salud del hombre se había resquebrajado por completo, y se había quedado ingresado, y fueron varios días hasta que consiguió que las enfermeras y personal del hospital accedieran a mirar si su querido perro seguía allí. El caso es que nadie había conseguido alejar al pobre y paciente animal apenas unos pocos metros del lugar, él sabía que su dueño estaba allí y de allí nunca más se movería.
Pasaron los días, las semanas, los meses, la vida de aquél hombre se extinguió entre aquellas paredes, y el animal, ignorante de su destino seguía fielmente esperando el regreso de su amigo.
Pronto, la gente del lugar, taxistas, pacientes, enfermeros, médicos, todos comprendieron que la soledad de aquel perro era producto de su lealtad y fidelidad a su único amigo conocido, un mendigo, y entre todos comenzaron a cuidarlo con respeto y mucho amor.
Su historia saltó al mundo, y hasta la BBC le dedicó un precioso documental, su vida se cantó en carnavales, y hasta desde la misma América le enviaron una caseta de perro para que viviese mejor cobijado del frío marítimo gaditano durante los inviernos, caseta que no pudo ser colocada ante la negativa del ayuntamiento, pero que no impidió, que aún siendo un “sin techo”, como su amo, estuviese arropado siempre por el inmenso amor que le regaló el pueblo entero de Cádiz y muchos de sus visitantes, quienes siempre respetaron su deseo de no pertenecer a nadie, ya que a pesar de todos los intentos para darle un hogar, él siempre regresaba a aquella puerta del hospital donde vivió los últimos doce años de su vida.
Cuando la perrera municipal se lo llevó, ante la denuncia de un insensible vecino que no estaba de acuerdo con su presencia en los alrededores del hospital, el pueblo entero se echó a la calle, apoyado por AGADEN (Asociación Gaditana para la Defensa de la Vida y el Estudio de la naturaleza), y consiguió ponerlo de nuevo en libertad, esta vez con todos sus papeles en regla, incluyendo vacunas y chapa, y así se convirtió en el perro de todos los gaditanos, que hicieron que su soledad se convirtiera en un himno para la fidelidad y el amor que sólo un perro puede entregar.
Así que desde aquí, mi recuerdo más sincero a la memoria de Canelo, y les dejo este vídeo en el que se puede ver al noble animal paseando por las calles gaditanas como homenaje a su memoria.


“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”

Del filósofo Epicuro

martes, 11 de diciembre de 2012

Conoce el perejil: Cocina Tabouleh

Ensalada de Tabouleh hecha en mi casa

Son muchos y muy beneficiosos los efectos del perejil en nuestro organismo, aunque como con todo no hay que cometer excesos.  Entre otros, una de sus más conocidas propiedades es la de un potente y natural limpiador de los riñones, y es que, con el paso de los años, nuestros riñones en cierta manera se van desgastando, puesto que su función es una de las más fundamentales en el cuerpo humano. Filtran la sangre, eliminan el exceso de sal, depuran las toxinas que pasan por nuestro organismo a diario, y en una palabra, eliminando cualquier cosa dañina que entre en nuestro sistema.
Por eso, de vez en cuando hay que depurarlos y darles un respiro, haciendo que su funcionamiento sea aún mejor. ¿Cómo podemos conseguir esto? 

Es muy sencillo, primero tome un puñado de perejil y lávelo muy bien, después córtelo en pedazos pequeños y póngalo en una olla y agregue agua limpia (1 litro) y  hiérvalo por diez minutos, déjelo enfriar, cuélelo en una botella limpia y póngalo en el frigorífico. 

Tome un vaso diariamente y verá que toda la sal y el veneno acumulado empieza a salir de su riñón al orinar. 

Otras propiedades y elementos nutritivos del perejil son: 

• Es un potente antioxidante: rejuvenece la piel 

• Contiene betacaroteno 

• Rico en minerales como calcio, fósforo, hierro y azufre. 

• Rico en clorofila: combate el mal aliento, ayuda a depurar el cuerpo de toxinas y grasa excesiva. 

• Rico en vitamina C: previene el cáncer, los problemas cardíacos y las cataratas e infecciones, y ayuda a fortalecer el sistema inmune del cuerpo. 

• Por ser rico en calcio,  es muy adecuado en dietas para combatir y prevenir la osteoporosis y durante la menopausia. Es muy benéfico para los niños y deportistas. 

• Es diurético: ayuda a eliminar líquidos en forma natural. Por esta cualidad se utiliza en dietas para tratar hipertensión y para la salud de los riñones. 

• Su alto contenido en vitaminas y minerales lo hace ideal para combatir y prevenir anemia, anorexia, debilidad general, fatiga, cansancio físico y mental. 

• Ideal para fortalecer el cabello y las uñas. 

• Muy bueno para combatir problemas de la piel. 
• Útil contra las úlceras 

• Del perejil se extrae un líquido aceitoso llamado Apiol, el cual se usa contra las fiebres intermitentes y las neuralgias.

Huelga decir que en muchos países, como Líbano, Siria, Egipto, y algunos más, lo tienen como una comida habitual, ¿quien no conoce la famosa ensalada de perejil llamada “tabouleh”?
Es un clásico en los menús de cualquier buen restaurante libanés que se precie, por eso quiero ofrecerles la receta más conocida, que es la que se hace en mi casa, como ya sabéis mi marido, aparte de chef, es libanés, así que más auténtica no puede ser.
Vamos con los ingredientes:
- Un gran manojo de perejil, el doble o más de lo que se le pone a San Pancracio, patrón del trabajo, más o menos ¼ kg.
- Cogollos de lechuga
-  3 Limones
100 g. de Burgul  (sémola de trigo, parecido al couscous)
- Agua
-  3 Tomates
- 2 Cebolletas o cebollas
- Un manojito de hierbabuena
- Sal
- Pimienta
- Una pizca de Canela, ¼ cucharita de café
- ¼ taza de Aceite de Olvida
Se corta y pica el perejil y la hierbabuena muy finos, descartando los tallos, se pica también a daditos pequeños los tomates y las cebolletas, mientras que se pone el burgull a remojar en abundante agua fría durante ½ hora.
Se exprimen los limones y se aparta el zumo, se añade el burgul bien escurrido, se adereza con la sal, pimienta y canela, y se mezcla todo bien.
Se separan las hojas de los cogollos de lechuga para usar como cuchara, se sirven  en un plato aparte y a comerlo todo junto.
¡Buen provecho! 

martes, 4 de diciembre de 2012

Aligerando el peso de la vida!

Belén y árbol de hace dos años

Hoy, 4 de diciembre, mientras que mi marido se ha despertado a su cuarenta y ocho vigésimo aniversario de nacimiento, una servidora amaneció más o menos como se acostó, o sea preocupada. A las nueve de la mañana me han hecho la segunda mamografía de mi vida, una extraña sensación me envolvió cuando llegué a los pies de la enorme mole que es el hospital, en todo su contexto, por grande, por cemento y por la cantidad de gente que pululan en su interior y alrededores.
Menos mal que hoy también amaneció soleado, de hecho una mañana preciosa, porque si al enorme frío que hace le añaden lluvia o nublado, de seguro que mi ánimo hubiese bajado unos grados más.
Muy diferente visitar el hospital en diciembre a junio, cuando fue mi última visita, los cuerpos ateridos de frío de los transeúntes y visitantes se abrazan asimismos, y al mismo tiempo ponen una muralla entre ellos y el resto de los problemas de los demás, nada del sentido amigable de verano donde todo el mundo sonríe y saluda por el simple hecho de que hace sol y calor, ahora no.
Yo lo he notado especialmente, ya que dada mi extrovertida personalidad, y la táctica que uso para alejar de mí las preocupaciones, que no es otra que hablar por los codos, contar chistes, y todo lo imaginable, como por ejemplo, hoy decidí llevar mi libro conmigo, son muchas las amistades conocidas entre sus muros, y sabía que muchos se alegrarían de saber que ando tan atareada e ilusionada, pero a algunos pacientes que andaban por allí esperando no les hizo mucha gracia mi exaltación de felicidad, especialmente por ser tan temprano, y por el lugar donde me encontraba.
Lo notaba por la seriedad de sus rostros, en su ceño fruncido, mientras yo hablaba con las recepcionistas y enfermeras del mostrador en un pequeño paréntesis en el que no había nadie preguntando o rellenando papeles o mirando su cita, o sea, que no estaba interrumpiendo nada ni a nadie, ellos simplemente tenían que esperar, lo mismo que yo, a que les llegara el turno de entrar a enfrentarse a las frías máquinas que esperan agazapadas en los fríos cubículos donde las radiaciones campan a sus anchas.
Pero de repente todo cambió, bastó una simple sonrisa y una pregunta, me acerqué a un par de chicas que esperaban todas serias y con cara de pocos amigos, las noté muy desesperadas, o sea, hartas de esperar más bien.

-¿Es vuestra primera vez? - Asintieron con la cabeza, casi a punto de las lágrimas, y enseguida les contesté - ¡no te preocupes mujer, ya las mamografías son muy rutinarias, apenas duelen, y seguro que no encuentran nada, que es lo normal!
-Pero…¿y si encuentran? –
- ¡Pues nada hija, si lo encuentran, te preparas, luchas, te operas y continua viviendo, justamente como he hecho yo y millones como yo, pero hasta que no lo encuentren para que vas a preocuparte!

En ese mismo instante algo en mí cambió, al recomendar a aquellas asustadas desconocidas que parasen su preocupación por algo que no había sucedido aún, lo cual es mi máxima absoluta, dejé de estar preocupada yo.
Cuando entré a mi habitáculo miré a las máquinas de otra manera, ya no me parecieron tan inhóspitas, e incluso me acordé de pedirle a la técnica que tan amable y amorosamente me trató, el desconocido guarda-tiroides.
Se sorprendió de que lo pidiera, de hecho me dijo que a ella nunca se lo había pedido nadie, me señaló un papel en la pared donde hablaba de la necesidad o no de utilizarlo, según un estamento de los USA, donde concretamente dicen que son muy pequeñas las cantidades de radiación como para preocuparse en demasía, y que lo dejaba al gusto del consumidor más o menos. Le insistí, y hoy me hicieron la mamo con una especie de babero muy sicodélico, por el estampado, rodeando mi garganta, entorpecía un poco la maniobra, pero lo subsané recogiéndolo un poco hacia dentro.
Cuando he terminado, después de mirar las profundidades de mis dos pechos en la tétrica pantalla del ordenador, donde esas rayas blancas se confunden entre oscuras lagunas de una masa mamaria que yo adivino completamente sana y recuperada, y varias rayas más profundas que no son otra cosa que los clips de mi intervención quirúrgica, que me acompañaran para toda mi vida, le pregunté si se veía algo raro, me dijo que si quería esperar, el radiólogo me lo podría decir.
Salí con toda la intención de esperar, pero de repente me dí cuenta de que no hay porque acelerar las cosas, todavía tenía que hacerme la ecografía, que me toca mañana, luego otro análisis más el día diez, y hasta el 17 no tengo que ver a mi oncólogo, o sea que tiempo hay de enterarse de las cosas, así que decidí salir de allí con la sensación tan buena de salud y felicidad que tengo, el día sigue siendo precioso, a pesar del viento frío que azota la cara, y he disfrutado del corto paseo, que hoy hicimos más largo, pues hemos ido a la leñera, a comprar leña para la chimenea.
Yo nunca había ido, es un lugar precioso, en los alrededores de San Pedro, y lo que me ha impactado ha sido la cantidad inmensa de leña de todos tipos que hay, y la enormidad de algunos troncos, que esparcidos por el lugar, siguen dando fe, aún en su final, de cuan majestuosos fueron un día cuando sus copas coronaban los bosques. Ni tan siquiera enseñando sus desnudos cuerpos daban sensación de fragilidad, y me los imaginé cual molinos de viento, enfrentándose con todas sus ramas y todo su follaje a los aguerridos leñadores que de buen seguro sufrirían lo suyo para abatir a aquellos gigantes del bosque.
Mientras yo me transportaba hacia avezadas y fantásticas batallas, el caballero del caballo de hierro, cargaba nuestro vehículo con trozos retorcidos de chaparro y olivo, que tendrán que abastecer de calor nuestro hogar durante todo este mes de navidad, que este año habrá que celebrarla con más esfuerzo, no sólo por nosotros, sino por casi todos los habitantes de esta enorme piel de toro que es nuestra amada tierra española.
Y en esto andaba yo cuando de repente recordé algo, que este año los belenes nos saldrán más baratos, de momento, y según dice su santidad el papa, ni mulos ni bueyes, en el portal no había nadie, sólo María y José, y el pobre niño Jesús arreciito de frío, sin aliento de animales que lo calentaran, y este año, además, nada de que los reyes magos venían de oriente cargaditos de regalos, ¡que va! 
De aquí al lado, en la misma Andalucía, quizás un gaditano, desde Barbate, con pestiños navideños rebozados de miel y fritos con matalauva, un sevillano, con su cajita de polvorones de la Estepa, y acompañados de un malagueño, con sus roscos de vino dulce de Málaga.
Todos ellos, y a pesar de la crisis, seguro que encuentran la manera de agasajar al niño, porque a pesar de todo, dentro de los corazones de los andaluces, de los gallegos, catalanes, madrileños, canarios, extremeños, maños, y de todos los que hoy se sientan españoles, muy, muy en el fondo, duermen agazapados millones de sueños que todos hemos tenido durante nuestra infancia y la adolescencia, sueños que todavía hacen brillar esa pequeña luz de esperanza, de que el próximo año todo será mejor, y por mucho que diga el papa, en nuestra casa no faltarán ni la mula ni el buey, ni los tres camellos que transportarán a sus majestades desde las áridas tierras de Oriente siguiendo la estrella de la buenaventura.
¡Feliz Navidad!

sábado, 1 de diciembre de 2012

Las Cuatro Leyes de la Espiritualidad

Encima de mi chimenea, tapiz birmano antiguo

"Cuatro Leyes de la Espiritualidad

La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera.
 Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. 


Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado".



Para pensar en una madrugada de sábado frío y verdaderamente invernal. Que tengan un buen domingo!

 Om Mani Padme Hum!

viernes, 30 de noviembre de 2012

Tinta fresca

Esta tarde con mi libro

Hoy, el último día del penúltimo mes del año, quiero compartir unas cuantas alegrías con todos ustedes. Esta mañana, cuando me levanté, no pintaba nada halagüeño, noticia catastrófica donde las haya para mi casa, a mi marido no le queda nada de paro, no llega al año trabajado, así que o encuentra algo pronto o la ayuda, si se la dan, se llevará por delante los meses que lleva acumulado de trabajo que son sólo seis, y que conste que no hemos cobrado mucho paro en nuestra larga vida laboral, pero así es la vida.
Luego, una carta en el correo me comunica que, al menos así lo entiendo yo, que la pensión de 384€ que me ha quedado está indebidamente ingresada y que tengo que devolver casi el pico completo, o sea los ochenta y cuatro euros, como ya le había enviado los 300 a una muy buena amiga que me los había prestado cuando más falta me hacía, eso significaba que empiezo el mes de navidad más o menos como el año pasado, totalmente arruinada, pero esta vez hay una diferencia, no estoy pasando por un tratamiento tan duro como fue el de la quimio del año pasado, ni tengo prevista más sesiones de radioterapia, ni estoy calva, descejada, despestañada, ni hinchada, así que como siempre digo que todo es una cuestión de actitud, decidí continuar mi día como si me hubiese pasado todo lo contrario.
De todas formas, ya llevábamos desde el miércoles un poco moscas con el resultado de mi último análisis, según el cual no tengo cáncer, pero por lo visto los riñones me han dejado de funcionar, y eso sí es más raro aún, pues algún síntoma de algo tendría que tener, y la verdad, mis queridos amigos, no puedo encontrarme mejor en cuanto a salud se refiere, lógicamente preocupada ante las próximas pruebas, pero totalmente segura de que voy superando mi enfermedad y que así será en el futuro, cuando la haya dejado totalmente atrás. Pero claro, eso es lo que pienso yo, mi marido está muchísimo más preocupado, ¡pobre mío! recuerda los malos momentos vividos, la incertidumbre, el miedo, el no saber por donde coger, y claro, le afecta mucho a su sistema inmunológico, y enseguida se pone malo.
Siempre intento distraerlo con cosas para sacarlo de sus bolsas de preocupación intensa, y hoy, como andamos con la preparación de mi próximo libro, que será un trabajo conjunto y de cocina, con unas sabrosas y suculentas recetas ideadas, escritas, y cocinadas por él, y una introducción relatada de su muy interesante vida entre fogones escrita por mí, amén de un prólogo que esperamos escriba alguien muy admirado y querido por mucha gente, periodista gastronómico, muy bueno, y al que espero contactar esta semana próxima, le sugerí que cocinara otra receta más, para hacerle las fotos pertinentes, y así aprovechábamos y sería el almuerzo de la niña, que llegó a las tres de la tarde, como cada día.
Nos regaló la receta nº 1, ensalada templada de fideos chinos con atún fresco y sésamo, absolutamente bestial, deliciosa, una explosión de sabores en el paladar, y como lleva el sésamo, en semillas y aceite, pues eso nos animó mucho, y decidimos salir a darnos nuestro paseíto diario por el campo.
Hoy no fue muy largo, y menos mal, porque justo cuando llegábamos a casa me llamaron de una mensajería que me traían un paquete.
¡Que bonita sorpresa! La segunda edición de mi libro, mi primera copia en papel, ha llegado a mis manos.
Que buena la sensación de volver a ver algo que has parido durante tanto tiempo de nuevo en el mundo. Es precioso, y el olor de la tinta fresca que sale de entre sus páginas me conmueve y me llena de orgullo una vez más, así que doble dicha, una nueva receta hecha y mi trabajo ya la venta, y decidí que me iba al pueblo, o sea, a San Pedro, a celebrarlo con los buenos amigos que ya me tenían pedido una copia. Han sido cinco libros los que he vendido esta tarde, y con los otros pocos que se han vendido por la web, ya tenemos dinero para la semana que viene, me he sentido totalmente segura de que también voy a salir de este bache otra vez, y sobre todo, me he sentido inmensamente feliz, porque he vuelto a compartir mi alegría con amigos a los que quiero mucho y a los que hacía tiempo que no veía, y que también están pasando momento duros con la salud, y que ahora, estoy segura de que también van a superarlo, lo mismo que yo.
Luego, en la puerta, nos hemos contado algunos chistes, bastantes, y nada mejor que unas risas en buena compañía para celebrar una vez más y proclamar a los cuatro vientos que la 2ª edición de mi libro ya está a la venta.
Hemos llegado a casa como acaban los buenos cuentos, ¡contentos y felices y soñando con perdices!  Muchas gracias queridos Rafi, Pepe, Antonio, Alex, Ana, Sara, Jose, Laura, y a todos los que he saludado esta tarde.
Buenas noches queridos lectores, y recuerden siempre que en la vida todo es cuestión de actitud, y nada mejor que ponerse los zapatos de tacones y ¡salir a pisotear la tristeza! Om Mani Padme Hum! Elevation!

jueves, 29 de noviembre de 2012

Escondida en la relajación

Barranco Blanco. Coin. Acrílico sobre saco.
Obra propia


Ya son muchos días en los que no he subido nada a mi querido blog, pero es que mi vida anda un poco revuelta y con mucha incertidumbre. Estoy en esa época del año en la que debo ir a pasar mi revisión de los seis meses, en lo que yo llamo mi ITV particular, que concluirá el próximo 17 de diciembre, y la verdad es que esta espera en los meses oscuros del otoño, no es tan fácil como lo fue en junio, cuando el sol brillaba a diario y mi playa me esperaba para acunarme entre sus olas y acariciarme en la arena. Ahora hace frío, y mi situación anímica se aplana un poco debido a las consabidas circunstancias económicas y laborales que afectan mi vida, como a la de muchos españoles, pero aún así, he decidido que esta vez será diferente. Para empezar, hace ya once días que dejé de fumar, y hace once días también, que empecé a caminar por el campo con mi perra Carlota, mi marido y mi niña. He descubierto los paseos por los campos de nuevo; ese aire fresco y cortante que te insensibiliza un poco las mejillas y la nariz mientras que caminas entre riscos y plantas silvestres, los sonidos calmantes de riachuelos que aparecen y se esconden de repente por en medio del camino, saludos de muchos vecinos y extranjeros residentes en la zona, jóvenes y mayores, con niños y con perros a su vez, que disfrutan de lo que para ellos es el clima ideal, porque realmente, exceptuando los días de lluvia, y aún así, es un privilegio el tiempo invernal que nos acompaña siempre por aquí.
Todo esto hace que la espera y la ansiedad de haber dejado el vicio del tabaco por fin, me cueste menos trabajo, especialmente cuando me ayudo para contrarrestar esos efectos de unos saludables ejercicios de relajación y meditación. En eso he andado todos estos días, amén de haber publicado por fin la segunda edición de mi libro, y haber avanzado bastante para la publicación de otro libro más muy pronto, esta vez de cocina, recetas de mi querido marido, quien anda cocinando a diario exóticos y sencillos platos, que a su vez mi hija y yo degustamos con mucha alegría después de haberles hecho las consabidas fotos, que ilustraran nuestro próximo trabajo juntos. Es un proyecto largamente acariciado, y en el que llevamos mucho tiempo, y que por fin, pronto se hará realidad.
Así que les dejo con esta pequeña reflexión informativa como entrada, y prometo subir varios post seguidos, en los que les contaré del método que he utilizado para dejar de fumar, de los beneficios de la relajación y la meditación, y sobre todo, de lo bueno que es contar con amigos que siguen acordándose de ti, que se preocupan a pesar de las distancias, y muy importante, lo increíblemente maravilloso  e importante que es refugiarse en la familia, que es la que verdaderamente te da la alegría y la fuerza para soportar cual vicisitud o adversidad que se presente en la vida. Gracias a mi hija, a mi marido, a mis muchos primos /as, y por supuesto mil gracias también para todos mis amigos feisbuqueros que siguen alegrándome siempre los días con sus historias, sus fotos y sus alegrías.
Om Mani Padme Hum! Elevation amigos!

jueves, 15 de noviembre de 2012

¡Ya a la venta la 2ª edición!

Portada de la 2ª edición de mi libro

¡Por fin llegó el día! Y es con mucha alegría y gran ilusión que les dejo aquí el enlace para los que quieran comprar mi libro o leerlo en e-book.
Aunque sea una 2ª edición, he incluido varios cuentos nuevos, y al mismo tiempo, he querido colaborar dentro de mis posibilidades con algunos de los proyectos que existen para ayudar a los más necesitados de nuestro planeta, así que con la compra de este libro quiero que sepa que está colaborando con Amnistía Internacional con la cantidad de 1€ para ayudar a esa niña llamada Malala, quién en Pakistan, desafió a los talibanes, que prohíben la asistencia de las niñas al colegio, y fue disparada en la cabeza cuando regresaba a su casa en un autobús escolar. Ahora se recupera en un hospital inglés de sus terribles heridas, pero no ha cejado en su empeño, y pronto hará que no sólo ella, sino todas las niñas que son discriminadas por su condición de género, puedan alcanzar su sueño de estudiar en un colegio a pesar de las prohibiciones.
Muchas gracias por leerme, y espero que disfruten de este libro, lo mismo que lo hice yo mientras estaba escribiéndolo, y espero que pronto podré obsequiarles con una nueva publicación.
Om Mani Padme Hum!



http://www.bubok.es/libros/218909/El-dia-que-murio-John-Lennon-De-relatos-cuentos-y-otras-leches-2-Edicion



miércoles, 14 de noviembre de 2012

El sueño del buen dormir

Morfeo

Hoy quiero hablar del sueño, que no son los sueños, porque esos todo el mundo los tenemos, algunas veces alcanzables, y otros, cada vez se alejan más de nuestras metas más inmediatas. Tenemos que saber que nos pasamos durmiendo un tercio de nuestra vida, y que aunque sea una de las funciones más importantes y gozosas del cuerpo humano junto con respirar, el comer o el sexo, realmente se le dedica muy poca atención.
¿Quién no conoce a alguien que necesite algún tipo de fármaco para dormir? Quizás, tú, que ahora lees esta entrada, te hayas visto en la tesitura en alguna época de tu vida de no poder conciliar el sueño. Los problemas cotidianos alteran nuestro estado espiritual, y más en estos días, cuando el torbellino de problemas que rodean al mundo en general, hace que muchas veces nos pasemos varias horas intentando entregarnos a los dulces brazos de Morfeo, sin conseguirlo.
Morfeo era el dios del sueño, según la mitología griega, hijo de Hipnos, que personificaba el sueño, y de Nix, la noche, y hermano de Tanatos, la muerte, y fue a él a quien se le encargó la misión de crear los sueños, y que estos adquiriesen formas humanas mientras se dormía. Cuenta la leyenda que recorría el mundo una y otra vez, con sus poderosas alas, creando fantasías para los humanos, y cuando alguien tenía problemas para abandonarse a su inmenso poder, era muy hábil  seduciéndolos y llevándolos consigo hasta el mundo onírico, adquiriendo la forma de algún familiar o ser querido para conseguirlo. En esta tarea le ayudaban sus hermanos, Fobetor y Fantaso, quienes se encargaban de la aparición de los animales y de los objetos durante el sueño reparador.

También los chinos, estudiaron y profundizaron en la necesidad del dormir, creando para ello un rincón especial en la ciencia del Feng-shui, tan suyo como la propia cultura china, fruto de una tradición secular basada en la observación y experimentación, y cuyo objetivo primordial es la búsqueda de una armonía entre el hombre, su hogar, y la naturaleza. Así, el lugar en el que coloquemos la cama, deberá ir en función de nuestro propio eje magnético con el de la Tierra, y para ello, se recomienda alinear la cama lo más aproximadamente posible al eje norte-sur de la tierra, con la cabeza al norte y los pies al sur. También los muebles, espejos y diferentes objetos que se encuentren en el dormitorio, tienen especial relevancia a la hora de conseguir una buena calidad del sueño, así como la colocación de puertas y ventanas, y hasta los mismos colores de paredes y cortinas. Todo, hasta la incidencia tanto de la luz natural, como de la artificial en nuestros dormitorios, cobra una importancia excepcional en este milenario saber, del que ya me ocuparé con más profundidad en otra ocasión.

Pero ahora, continuemos con las razones que nos impiden dormir, al menos las que son más difíciles de controlar, las que están dentro de nosotros mismos, que necesitan de soluciones más complejas y van más allá de los cambios materiales, y tienen que ver con la salud, tanto en la mental como en la física.
Ya sabemos que tenemos tres sistemas nerviosos muy diferentes, el sensitivo, con el que se perciben las cosas agradables, como las caricias, o desagradables, como el quemarse; el sistema nervioso motor, que controla nuestros movimientos voluntarios, y el vegetativo, que es el que se encarga del latido del corazón, la actividad interna de los órganos, el transpirar, el rubor, y además, es el responsable de nuestra tranquilidad interior, de nuestro equilibrio emocional. Una vez descartado que el insomnio se deba a alguna enajenación mental, permanente o transitoria, durante la cual se hará necesario un tratamiento psiquiátrico, sólo nos queda ese equilibrio emocional, que en estos días es tan difícil de mantener, debido a nuestro ritmo de vida, y fruto de las cada vez mayores exigencias de esta sociedad en la que nos hemos visto inmersos casi de repente.
Puede ser un exceso de actividad mental, especialmente si se tiene una vida muy sedentaria, para lo cual nada mejor que el ejercicio físico, deportes, paseos, y sobre todo la práctica del yoga. La falta de disponibilidad para el sueño, o sea, estar dispuesto a entregarse a ese sueño reparador, que sólo se consigue cuando uno está contento consigo mismo y tiene una cierta medida de bienestar, que contribuye a poder dormir libre de interferencias. La depresión y el miedo, son los factores más concluyentes para impedir una buena calidad de sueño, especialmente el miedo, pues la depresión en sí, cuando se consigue que cesen los trastornos del sueño, el estado depresivo comienza a desaparecer. Pero el miedo es más complejo, porque no hay ninguna persona de sensibilidad normal que esté totalmente libre de temores o miedo, siendo un instinto primitivo del ser humano.
En nuestra vida actual, el miedo parece haberse independizado, se ha convertido en una enfermedad, casi diría en la peor enfermedad de nuestro tiempo, una auténtica pesadilla. Ahora tenemos miedo de perder la salud, del hambre, la pena, la incertidumbre, las guerras, la pobreza, y multitud de catástrofes, que bien pueden ser cualquier pequeño acto cotidiano, como lo es el cruzar una calle, coger un ascensor o conducir un coche, es por tanto el miedo uno de los factores más importantes que pueden originar el insomnio., ya que nos puede asaltar hasta en medio de los más bellos sueños.
Aunque el miedo es necesario a veces, ya que es una forma de protección del cuerpo, que acelera e intensifica la actividad propia del corazón, así como nuestro pulso, incrementando la respiración, y a través de las hormonas endocrinas, una disminución de la fatiga. Podemos decir que el miedo en situaciones de emergencia cumple la función de preservar nuestros cuerpos de cualquier ataque externo desconocido, pero cuando se desboca, fuera de control es cuando debemos ponerle freno.
Para restablecer el equilibrio interior hay que saber mirar hacia dentro de uno mismo, y buscar y encontrar serenidad, tiempo libre, salir del lugar de donde uno vive habitualmente, sea por largas vacaciones o una corta salida de fin de semana, o por unas horas. Mejorar las relaciones con las personas que te rodean, familia o amigos, cultivar aficiones en el tiempo libre, como leer, jardinería, pintar, bailar, y sobre todo, perseverar mediante la autoconfianza en el logro de dominar nuestros miedos,  siendo siempre positivos.
No nos olvidemos que somos nosotros mismos los que tenemos y debemos poseer el control, y antes de que cualquiera de los posibles actos negativos con los que tenemos que enfrentarnos en nuestro día a día, llegue siquiera a rozarnos con el miedo, el enojo o el enfado, respiremos profundamente tres veces, y recordemos que cada cosa tiene también su lado positivo, y procuremos llegar siempre, a nuestra hora de conseguir el reparador descanso, con una mente tranquila, sosegada y feliz, libre de preocupaciones, para que Morfeo nos acune entre sus poderosas alas.
Y si quieren, también pueden ayudarse probando uno de estos remedios naturales,  como son los baños de melisa, lavanda o valeriana, que favorecen el sueño y calman al corazón nervioso: Hervir 3 litros de agua con 100 gramos de raíz de valeriana durante 10 minutos, colarlo y añadir el extracto al agua del baño. Se pueden utilizar tintura de valeriana (200 gramos) o extracto de valeriana para baños. 
Con 50 ó 60 gramos de hojas de melisa, se añade un litro de agua, llevándola hasta el punto de ebullición, se deja reposar 10 minutos, se cuela y se añade al baño, y lo mismo con las hojas de lavanda, pero con 2 litros de agua.
Y si quieren disfrutar de una saludable y relajante infusión, para tomar cuando su insomnio sea debido a un estado depresivo, de inquietud, o en la menopausia, aquí les dejo una receta que también fomenta la disponibilidad para el sueño:
Ingredientes:
10 g de flores de espino blanco
30 g de hierba de San Juan
30 g de hojas de melisa
10 g de conos de lúpulo
10 g de flores de azahar
10 g de flores de lavanda
10 g de malva roja
Macerar la mezcla en 2 litros de agua tibia, durante 12 horas, removiéndola de vez en cuando. Colarla y endulzarla con miel, calentando la infusión un cuarto de hora antes de irse a dormir.

¡Y ya saben, les deseo Dulces sueños queridos lectores!