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lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Adiós 2012 y Bienvenido 2013!

Por fin llegó el 31 de diciembre! Nunca en mi vida he estado tan deseosa de ver acabar un año. Un año que nos ha traído un sinfín de historias malas, por todo el ancho y vasto mundo, pero al que tenemos que mirar como un año más de enriquecimiento espiritual para todos nosotros. Tenemos que pensar en lo bueno que nos ha dejado también, que de seguro algo habrá, sino para nosotros en concreto, al menos para alguien a quien queramos o estimemos.
Son muchas las cosas que se podrían decir de este año que nos deja, pero las horas apremian, y las palabras solo servirán para traer a la memoria quizás algunos recuerdos que hayamos enterrado ya en lo más profundo de nuestras mentes, por eso quiero pensar solamente en este nuevo año que comenzará en unas horas, que como alguien dijo, nos traerá de nuevo 365 oportunidades de ser felices, o al menos de intentarlo, recordando siempre que ser feliz es cuestión de actitud, no tanto como disfrutar de posesiones materiales, que al fin y al cabo, serán siempre sólo eso, cosas que se compran, se usan, y se dejan, sin más importancia, lo otro, es lo que perdurará siempre. 
Un abrazo a un amigo, las palabras musitadas al oído de las personas amadas, las risas compartidas de los niños, los paseos bajo la luna, los chapoteos entre las olas en el verano, las visitas inesperadas de viejos amigos, los besos robados de la adolescencia, el milagro del nacimiento de nuestros hijos, las flores que nos saludan en el campo cada primavera, la nieve de las montañas en el invierno, las hojas amarillentas que alfombran los parques en otoño, y todo un mundo de sensaciones que a veces tendemos a olvidar, eso es lo que verdaderamente importa.
Así que bajo el espeso manto del olvido guardaré todas las malas experiencias y vivencias de este año, que quedarán por siempre relegadas a su verdadero lugar, que no es otro que el pasado, y alzaré mi copa este año,  justo a las doce de la noche, y brindaré con, y por todo el mundo, para que en este nuevo año que comienza, la luz de la claridad del nuevo ciclo, vuelva a llenar de esperanza e ilusión toda nuestra vida, y que nuestra lucha sea al final recompensada. 
Que este año sea el final de la crisis, de las guerras, del desamor, de los olvidos, de los odios, y sobre todo de la desesperanza, y ¡ojalá que todos podamos seguir pisoteando las tristezas con nuestros zapatos de tacón!
Un brindis de Amor y Esperanza para el mundo entero!
Om Mani PAdme Hum!


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