Cascadas del nicho, Sierra del Escambray, Cuba Acrílico sobre lienzo. Obra propia |
Martes, 19 de Febrero 2008.- “Fidel
Castro renuncia a su puesto de comandante en jefe y presidente de Cuba. A sus
81 años, dice no estar preparado físicamente para afrontar las grandes
responsabilidades y decisiones que se avecinan”.
El
día que apareció esta noticia en todos los periódicos del mundo, se abrió una
interrogante llena de misterios, misterios que por otra parte, no se han
desvelado aún, más bien diría, que han alcanzado el concepto de uno de esos
secretos que ni la misma iglesia ha sido capaz de desvelar.
Ya
han pasado cuatro años y pico desde aquel anuncio, todo el mundo pensó que al
fin, el comandante, había desistido de seguir jugando a ser Dios. Nada más
lejos de la realidad, finalmente se convenció de que era un dios, y como tal ha
seguido jugando con los designios de millones de cubanos que siguen
desesperándose en sus calles y campos, maltrechos y heridos de muerte.
Han
sido muchos y muy variados, el cúmulo de acontecimientos devenidos en el país y
en el mundo desde aquel día, pero para él, todo parece seguir igual, anclado en
sus recuerdos de aquel famoso octubre, y la crisis de los misiles, cuando el
mundo temblaba bajo la amenaza de que su dedo apretase aquél fatídico botón
rojo que acabaría no sólo con América, sino con el resto del planeta.
-“Nunca
pediremos excusas a nadie por lo que hicimos”, afirma rotundo y testarudo desde
su decrépita vejez, y probablemente desde el pantano en el que se ha convertido
la ciénaga de su cerebro.
Aunque
todos se empeñan en atribuirle una envidiable agilidad mental y física,
difícilmente demostrable por mucho photoshop y artículos publicados en el
Granma, no es muy seguro que haya estado al tanto de los aconteceres de la que
un día fue una nación libre, que parece más determinada que nunca a sacudirse
el yugo de la dictadura castrista de una vez para siempre.
Han
sido muchas las vidas sacrificadas en aras de la libertad, por tanto tiempo
exigida y necesitada. Se fueron Orlando Zapata Tamayo, Laura Pollán, Harold
Cepero, Oswaldo Payá, y muchos otros que seguramente nunca sepamos, y otros,
que estuvieron al borde de la misma muerte, como Marta Beatriz Roque o Guillermo Fariñas.
En
estos mismos momentos, según informa un bloguero, las detenciones y arrestos
arbitrarios a periodistas, disidentes y blogueros arrecian por minutos, aunque
no haya nadie de la prensa internacional cubriendo la noticia.
La
crítica y conocida bloguera cubana Yoani Sánchez también se encuentra retenida,
así como el propio Fariñas, abogados, periodistas, ex presos políticos del grupo
de los 75, y no se sabe cuantos más, en una ola de represión sin precedentes.
Quizás
el huracán Sandy haya dejado algo más que destrucción a su paso por Cuba, y
esta vez, la gente en verdad despierte de su letargo, ante la oleada de
promesas vacías que le siguen llegando desde un gobierno que simplemente sigue
disfrazando su ineptitud y su avaricia desde hace más de medio siglo. Parece
que se acabaron las consignas, y ante la ola imparable de protestas que se
cuelan por las redes, a través de las palabras siempre claras de esos blogueros
que arriesgando sus propias vidas, luchan por hacer llegar su voz a cualquier
rincón posible en el maltratado país y más allá de sus fronteras. De
periodistas independientes, de disidentes que ganan premios internacionales a
pesar de no poder salir a recogerlos, de abogados que informan de los derechos
de todo cubano, y de un número cada vez mayor de voces desconocidas que saltan
repentinamente a las pantallas de millones de ordenadores en todo el mundo a
través de Youtube gritando su descontento. Quizás esta vez el miedo les haya
hecho saltar, y a pesar de querer vender al mundo una vez más, esa interminable
letanía de que el enemigo imperialista está detrás de todo aquel que protesta
en el país, ya ellos saben que su final se acerca, y de alguna manera u otra,
Cuba volverá a resurgir de sus cenizas.
Como
dijo la propia Yoani Sánchez: “En las dictaduras, una vez que uno empieza a llamarlas por su nombre, es como si
comenzara a destruirlas”.
Pues a ver si de una vez por todas empieza a desmoronarse la maldita dictadura, éstos personajes tan despiadados ( por llamarlos de alguna manera suave )no se pueden eternizar en un cargo, basta ya , Cuba merece vivir en libertad, porque es un derecho, bastante llevan ya sufrido, que se acabe ya ese atropello que se está haciendo con el pueblo cubano, vuelvo al grito de guerra " VIVA CUBA LIBRE "
ResponderEliminarLola, gracias por tus palabras, gracias por tu amor a Cuba, gracias por tu amistad! Un abrazo y un beso!
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